APLICACIÓN
El aislamiento de celulosa puede realizarse mediante tres técnicas diferentes de aplicación, INSUFLADO, SOPLADO Y PROYECTADO, en cualquier tipo de construcción (pisos, chalets, fabricas…), ofreciendo un trabajo LIMPIO, CÓMODO, ECONÓMICO Y ECOLÓGICO.
Cuando la zona a aislar, es la bajo-cubierta de la vivienda, el sistema recomendado es el de “soplado”. Con una manguera, se aplica por todo el suelo de la bajo-cubierta una capa uniforme de aislante, creando una manta continua.
Una de sus principales ventajas es que no deja puentes térmicos ya que se cubre toda la bajo cubierta
La técnica del insuflado consiste en RELLENAR DE CELULOSA LAS CÁMARAS EXISTENTES MEDIANTE AIRE A PRESIÓN. No precisa de andamiaje ni de obra. Su ventaja principal reside en que se distribuye homogéneamente en todos los huecos, evitando así zonas que se queden sin aislar. Debido a su porosidad es un excelente aislamiento acústico.
El insuflado de celulosa puede aplicarse tanto en paredes, como en cubiertas, bajo cubiertas y suelos.
En primer lugar, se estudian las cámaras de aire con un endoscopio, con el fin de determinar los espacios existentes y calcular así las cantidades y densidades de producto que será necesario aplicar. Posteriormente se realizan unos pequeños agujeros a través de los cuales se aplica la celulosa mediante aire a presión.
Para finalizar se sellan los agujeros con yeso, quedando la cámara de aire totalmente aislada. Limpio, rápido, cómodo y económico.
A menudo no podemos ni hablar, no entendemos conversaciones, los niños pierden concentración, etc.
Son numerosos los locales que se decantan por esta opción de insonorización y aislante térmico.
La PROYECCIÓN ACÚSTICA les aporta la calidad de sonido,
para que sus clientes encuentren el confort necesario.
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